domingo, 4 de abril de 2010

Buscando ausencia

Harta de verte en una taza, mientras mi perro se lava las partes, los micros no pasan, la lluvia no viene.Harta de que silbes desde otras canciones, en voces distintas, idiomas ajeno, acentos idiotas.Buscando el color que no te pinte el hueco debajo de los ojos; la estrella que no me injerte las puntas; la mierda que no parezca tu risa.
Dejo la ojota y los pasos
Dejo a las moscas y el sueño
Dejo de vos, en todo
Debería achicarme el mundo
Y adoptar esa casa de saco de té que escurre y se dobla y lamenta la vuelta pero escupe; vaciando la bolsa de tu oreja, de tu lado suave, de tus dedos de araña borracha. Sacarme tu pie del roce y volver a una cabeza, a una sola lengua sin mareos, sin tres pies que corran ni abrazen ni digan ni me enrosquen en tus ramas. Tener un eje de nuevo y no este trompo como pelvis que me tira cual ovillo por la pampa y siempre desoye el viento.
(este mundo profesional del eco tuyo
me donó una trampa poniéndote en el mazo
Y despertar a deshora, transpirar
ya no son alas
pero oscuridad en el cuartos
acándome gotas que solían ser horizontes afines
vistos desde esa vela
que compramos con un vuelto
con una risa en dos bocas
pensando que las luces y tu astucia harían siempre el resto

y no)

Como chicharra que agoniza, río.
Como Aragón “Amo, aunque la vida sea mortalmente intolerable”.

Pensar que tejí una lista
para que no descansaras más en este rincón de mi cabeza en rulo
ni te parezcas más a todo lo que toco
o me mira
o existe.
Y resultó ser un guante que es igual a tu espejo
Sólo útil para cambiarte la ropa un momento y que ya no seas taza pero letra, ya no música y sí tinta.
De nada sirvió, carajo.
Mi perro se lava las partes, y yo pienso en tu nariz de flor.

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